El ciclo de maíz es un índice establecido por la F.A.O. (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en el año 1952, que en aquel entonces acordó clasificar los ciclos de maíz en 10 grupos de precocidad diferentes desde ciclo FAO 100 hasta ciclo FAO 1.000. Esta clasificación de la FAO se basaba en los días entre la siembra y la maduración fisiológica del maíz en la zona del Corn Belt (Estados Unidos).
Actualmente tenemos híbridos cuyos ciclos FAO van desde el 200 hasta el 700. Para hacernos una idea: un ciclo 300 necesita entre 96 y 105 días para llegar a su madurez fisiológica, un ciclo 400 necesita entre 106 y 115 días y un ciclo 500 necesita entre 116 a 120 días. En Castilla y León se suelen utilizar híbridos con ciclo FAO entre 300 y 700.
El ciclo del maíz depende de la integral térmica. Entendiendo integral térmica como la acumulación de temperatura (tª) disponible, en el período libre de heladas, para que el maíz alcance la madurez. Se obtiene la tª media diaria [(tª máxima-tª mínima)/2)]; si esa media es inferior a 6 ºC se toma como 0 los grados-día de esa jornada. Si la tª máxima supera los 30 ºC, se adopta esta como la tª max para el cálculo de los grados-día de la jornada.
Consultar en la AEMET la integral térmica de los últimos años en la zona donde vamos a sembrar el maíz nos ayudará a elegir el híbrido con el cual conseguiremos la mayor producción posible. Cuanto mayor es el ciclo FAO, mayor suele ser la producción esperada.
También, a la hora de decidir entre un híbrido u otro, debemos tener claro el destino final de nuestro maíz que puede ser forraje o grano. Si el objetivo es obtener forraje, podemos optar por ciclos más largos que produzcan mayor cantidad de biomasa, aunque la maduración del grano no sea completa. Y si buscamos producir grano, debemos elegir un ciclo que permita la madurez completa antes de las primeras heladas.
Los técnicos de la cooperativa tienen una dilatada experiencia y son los mejores conocedores de qué híbrido es el más idóneo para tu zona y cuál es el más rentable para ti. Déjate asesorar por ellos y siente la tranquilidad de acertar.
Recordamos también la importancia de un buen abonado para maximizar los rendimientos de tus parcelas de maíz y obtener la mayor rentabilidad.
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