Después de una campaña de siembra de invierno marcada por la inestabilidad meteorológica, que ha limitado las oportunidades para sembrar tanto cereales como leguminosas, se presenta una nueva y valiosa oportunidad para completar estas siembras. La siembra de garbanzo puede ayudarte a cumplir con algunos de los requisitos de la PAC, lo que la convierte en una opción aún más atractiva.
Descripción:
El garbanzo (Cicer arietinum L.) es una planta autógama de la familia Fabaceae. Se caracteriza por sus raíces profundas y un tallo robusto que le confiere resistencia al encamado. Sus frutos son vainas bivalvas poco dehiscentes.
Variedades:
Suelo y Clima:
El garbanzo se adapta perfectamente a los secanos, ya que no requiere mucha agua. Como dice el refrán: “el garbanzo solo quiere el agua para nacer y para cocer”. Prefiere suelos francos y franco-arcillosos. Los suelos arcillosos producen garbanzos de buena calidad, aunque con piel más dura. Un pH ideal para su cultivo oscila entre 6 y 9, siendo muy sensible a la salinidad.
Siembra:
Existen dos épocas de siembra:
La dosis de siembra recomendada es de 45 a 50 plantas por m².
Abonado:
Aunque el garbanzo es poco exigente en cuanto a abonado, es fundamental realizar aportes suficientes para evitar carencias nutricionales. Las extracciones medias por tonelada son: 45 kg de N, 8 kg de P2O5 y 35 kg de K2O.
Además, necesita otros nutrientes como azufre, hierro, zinc y boro. Gracias a su relación simbiótica con las bacterias del género Rhizobium, se considera un cultivo mejorante, aportando entre 35 y 50 kg de nitrógeno por hectárea y año.
Control de Malas Hierbas:
El garbanzo permite un excelente control de gramíneas problemáticas (como vallico, bromo y avena). Para el control químico, se pueden utilizar productos como Nervure y Centurion. Sin embargo, el control de dicotiledóneas es más complicado y puede requerir técnicas culturales (laboreo, rotación de cultivos, aumento de la dosis de siembra) junto con soluciones químicas como Challenge, Cinder y Auros.
Plagas y Enfermedades:
El cultivo del garbanzo es una excelente opción para los agricultores de Castilla y León, pero es fundamental estar atentos a las plagas y enfermedades que pueden afectar a su producción. A continuación, se describen las principales amenazas y algunas recomendaciones para su manejo.
Principales Plagas:
Principales Enfermedades:
Recolección:
La recolección del garbanzo debe realizarse una vez que haya alcanzado su madurez fisiológica, con una humedad inferior al 14 %. No se requiere maquinaria específica, ya que se puede realizar con una cosechadora de cereal.
Es crucial asegurarse de que no haya malas hierbas en el momento de la cosecha, ya que estas pueden “manchar” el garbanzo y hacer que pierda su valor comercial.
Si estás interesado en la siembra de garbanzos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestro equipo del departamento técnico está aquí para ofrecerte asesoramiento personalizado y mantener una comunicación constante a lo largo de todo el ciclo del cultivo. Juntos, trabajaremos para asegurar que obtengas los mejores rendimientos y la más alta calidad en tu cosecha.
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